En cuanto el vínculo se basa de lo puramente atractivo corporal más la atracción inmediata, el romance termina por volverse breve. Ridículamente corto. Parecido a los mini hornos del motel, que aunque dan calor al instante, pero fallan enseguida. Basar una relación apoyado en el atractivo exterior, es como usar un microondas de hotel, responde rapidísimo, lamentablemente se funde al rato. Cuando solo hay atracción física, la aventura dura lo que un suspiro. Literalmente. Como un microondas de hotel, que sube la temperatura ya, pero se funde fácil. Un romance que depende del atractivo físico, es el microondas de paso, que al principio emociona, pero se quema solo. Cada vez que la belleza exterior es la base de la relación, se evapora con el primer viento. Como cuando el aparato que chispea, que calientan sin preguntar, pero no duran un telediario.
¿Y si estoy apostando a lo que no es?
Mi querido tú, meter la pata tiene su lugar en esta travesía. No te laceres el alma por creer que era para siempre y solo vino a enseñarte algo. A todos nos ha pasado, con una cucharita en la mano y la dignidad en pausa, preguntándonos por qué mandamos ese último mensaje.
Y lo que importa es que, sea un romance cósmico o un crush fugaz, todos te revelan una parte de ti, te reflejan lo que mereces, cómo renaces sin darte cuenta. A veces, una persona aparece solo para recordarte, que no estás roto, o incluso llorar con libertad y sin culpa.
Cierre con calor, intensidad… y ese saborcito a café que no se olvida
Si te quedas en silencio, no hay test 100% fiable para separar lo duradero de lo fugaz. Sin embargo, hay pistas. Fíjate en tu tranquilidad, más que la adrenalina. Si te suma y no te resta, si te reconoces sin esfuerzo, entonces podrías estar frente a algo valioso.
Si cuando piensas en esa persona, te duele más de lo que te calma, y solo hay chispa en la sonrisa, no en el ser, putas bogotá lindas probablemente estás en un capítulo breve, aunque intenso.
El truco es asumir la función de cada cruce emocional. Algunos solo son pasajeros. Otros aparecen para recordarte la risa, a soltar tus filtros, o a enseñarte cómo se siente lo que no era.
¿Conexión divina o solo química temporal? Escúchate con honestidad, y en los audios que nunca volviste a escuchar.